Resfriados


El resfriado común es una infección contagiosa de origen viral que afecta a las vías respiratorias superiores.

La mayoría de los adultos se resfría de tanto en tanto, pero los niños pueden llegar a contraer ocho o más resfriados al año. Son el principal motivo de que los niños dejen de ir a la escuela.

¿Qué causa un resfriado?

La mayoría de los resfriados están provocados por rinovirus, que se encuentran en gotas invisibles presentes en el aire que respiramos o en las cosas que tocamos. Estos virus pueden entrar en el revestimiento protector de la nariz y de la garganta, desencadenando una reacción del sistema inmunitario que causa dolor de garganta, dolor de cabeza y dificultades para respirar por la nariz.

El aire seco (interior o exterior) puede disminuir la resistencia de su hijo a las infecciones provocadas por los virus que causan los resfriados. Ser fumador o estar cerca de un fumador pueden tener el mismo efecto. Los fumadores tienen más probabilidades de contraer un resfriado que los no fumadores, y lo más probable es que sus síntomas sean peores y más duraderos, pudiendo evolucionar, incluso, a una bronquitis o una pulmonía.

Pero, por mucho que digan los cuentos de las viejas, nadie contrae un resfriado por no llevar chaqueta cuando hace frío, por sentarse o quedarse dormido exponiéndose a corrientes de aire o por salir de casa con el pelo mojado.

¿Cuáles son los signos y los síntomas del resfriado?

Los primeros síntomas de un resfriado suelen ser picor de garganta, congestión o moqueo nasales y estornudos. Los niños resfriados también pueden estar muy cansados y tener dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, fiebre leve, dolores musculares y pérdida del apetito. Las mucosidades nasales se pueden volver espesas y de color amarillo o verde.

¿Son contagiosos los refriados?

Los resfriados son las infecciones contagiosas más frecuente en EE.UU. Son muy contagiosos, sobre todo durante los primeros dos a cuatro días que siguen a la aparición de los síntomas. Y se pueden contagiar incluso durante un par de semanas después de que la persona se empiece a encontrar mal.

Los resfriados se contagian a través del contacto directo con una persona resfriada o al inhalar partículas del virus que los provoca, que pueden viajar a través del aire hasta 12 pies (3,7 metros) de distancia, cuando alguien que está resfriado tose o estornuda. Tocarse la boca o la nariz después de haber tocado una superficie contaminada es otra vía de contagio.

¿Cuánto duran los resfriados?

Los síntomas del resfriado suelen aparecer dos o tres días después de exponerse a la infección. La mayoría de los resfriados desaparecen en una semana, pero hay algunos que duran un poco más.

¿Cómo se diagnostican los resfriados?

Los médicos no pueden identificar el virus específico que está causando los síntomas del resfriado, pero pueden examinar la garganta y los oídos del paciente y hacerle un cultivo de exudado faríngeo para asegurarse de que los síntomas no se deben a otra afección que podría requerir tratamiento. Si, al cabo de aproximadamente tres días, los síntomas de su hijo empeoran, en vez de mejorar, es posible que haya contraído una faringitis estreptocócica, una sinusitis, una pulmonía o una bronquitis, sobre todo si su hijo fuma.

Si los síntomas duran más de una semana, aparecen cada año en la misma época, o cada vez que su hijo se expone al polen, al polvo, los animales u otras sustancias, es posible que su hijo padezca una alergia. Los niños a quienes les cuesta respirar o que emiten un sonido sibilante cuando se resfrían, es posible que padezcan asma.

¿Cómo se tratan los resfriados?

Los resfriados se curan solos sin ningún tratamiento médico específico. Los medicamentos no pueden curar el resfriado, pero pueden aliviar algunos de sus síntomas, como los dolores musculares, el dolor de cabeza y la fiebre. Dele a su hijo paracetamol o ibuprofeno, basándose en las indicaciones del envase o del prospecto sobre edad o peso.

No dé nunca aspirina a niños o adolescentes porque su uso se ha asociado al síndrome de Reye, una afección poco frecuente pero grave que puede ser mortal.

Ahora muchos expertos creen que, por lo general, no hay motivo para dar anticongestivos y antihistamínicos de venta libre a niños menores de 6 años de edad. Hay muy pocas pruebas de que estos medicamentos funcionen, y los anticongestivos pueden provocar alucinaciones, irritabilidad y frecuencia cardíaca irregular, sobre todo en los lactantes.

¿Se pueden prevenir los resfriados?

Puesto que son tantos los virus que pueden provocar un resfriado, no hay ninguna vacuna para prevenirlos. Para ayudar a evitar el contagio de los resfriados, los niños deberían:

  • tratar de mantenerse alejados de cualquier persona que esté resfriada.
  • evitar el humo del tabaco fumado por otras personas
  • lavarse las manos a conciencia y con frecuencia, sobre todo, después de sonarse la nariz.
  • estornudar o toser en un pañuelo de papel o sobre el codo, nunca sobre las manos.
  • no compartir toallas, vasos, vajilla ni otros utensilios que se usen para comer con gente que tengan resfriados
  • no recoger pañuelos usados por otras personas.

Los investigadores no están seguros de si el hecho de tomar vitamina C o zinc puede limitar la duración o la gravedad de los síntomas del resfriado, pero tomar grandes dosis diarias de estas sustancias puede causar efectos secundarios negativos. Los resultados sobre la eficacia de los remedios a base de plantas medicinales, como la equinacea, o son negativos o no son concluyentes. Se han hecho pocos estudios científicos sobre este tipo de tratamientos en niños.

Hable con el médico de su hijo antes de tomar la decisión de darle un remedio a base de plantas medicinales o una dosis superior a la dosis diaria recomendada (DDR) de cualquier vitamina o suplemento.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Para aliviar las molestias de su hijo, usted puede:

  • ponerle gotas de solución salina en las fosas nasales para mitigar la congestión nasal
  • utilizar un humidificador de vapor frío para aumentar la humedad ambiental en interiores
  • ponerle a su hijo vaselina en la piel que tiene debajo de la nariz para aliviar las irritaciones
  • darle caramelos duros para la tos a fin de aliviarle el dolor de garganta (solo con niños mayores de 6 años de edad)
  • darle un baño de agua tibia o ponerle una manta eléctrica para aliviarle los dolores y las molestias musculares
  • darle una ducha de vapor para crear un baño lleno de vapor donde su hijo pueda respirar con más facilidad

¿Y qué pasa con las sopitas de pollo? No hay pruebas reales de que tomarlas cure los resfriados, pero quienes los han padecido llevan apostando por ellas durante más de 800 años. La sopa de pollo contiene un aminoácido para diluir las mucosidades llamado «cisteína», y algunas investigaciones indican que el caldo de pollo ayuda a controlar a unos glóbulos blancos llamados «neutrófilos», que provocan la congestión nasal.

De todos modos, lo mejor es no preocuparse por «alimentar el resfriado» o «matar de hambre a la fiebre». Basta con que se asegure de que su hijo coma cuando tenga hambre y beba abundante líquido, como agua o zumo, para ayudar a compensar el líquido que ha perdido a través de la fiebre y la producción de mocos.

Cuándo llamar al médico

Llame siempre al médico si cree que su hijo puede padecer más que un resfriado, si empeora en lugar de mejorar o si presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

  • tose expectorando muchas flemas
  • le falta el aire
  • tiene cansancio o una apatía inusual
  • no tolera los alimentos ni los líquidos, o toma poco líquido
  • tiene dolor de cabeza, cara o garganta de intensidad creciente
  • le duele y se le inflama tanto la garganta que no puede tragar
  • tiene fiebre de 103 ºF (39,3 ºC) o superior, o una fiebre de 101 ºF (38,0 ºC) o superior durante más de un día
  • le duele el pecho o el estómago
  • se le inflaman los ganglios linfáticos del cuello
  • tiene dolor de oídos

Al igual que la mayoría de infecciones de origen viral, los resfriados deben seguir su curso. Descansar mucho y beber mucho líquido (zumo y agua) pueden ayudar a su hijo a encontrase mejor.

Lo más probable es que el hecho de proseguir con sus actividades cotidianas, como ir a la escuela, no empeoraría el resfriado de su hijo. Pero  que aumentaría las probabilidades de que contagiara a sus compañeros de clase y a sus amigos. Por eso es recomendable que su hijo abandone algunas de sus actividades cotidianas hasta que se encuentre mejor.

10 enfermedades comunes de la infancia y sus tratamientos

La siguiente información de la American Academy of Pediatrics (AAP) menciona algunas de las enfermedades infantiles más comunes y los tratamientos que han sido aprobados. Los tratamientos que se mencionan aquí son basados en evidencia científica y en las mejores prácticas. Sin embargo, su pediatra puede tener razones para ofrecerle diferentes recomendaciones, especialmente si su hijo tiene una afección médica o sufre de una alergia. Su pediatra hablará con usted sobre cualquier variación en el tratamiento. Si tiene alguna pregunta sobre cuál es la atención más apropiada para su hijo, hable con su pediatra al respecto.

1.  Dolor de garganta

  • Los dolores de garganta son comunes en los niños y pueden ser dolorosos. Sin embargo, un dolor de garganta provocado por un virus no necesita antibióticos. En esos casos, no se necesita ningún medicamento específico y su hijo se sentirá mejor en siete a diez días. En otros casos, un dolor de garganta podría ser causado por una infección estreptocócica (faringitis).

  • La faringitis no se puede diagnosticar con precisión simplemente con observar la garganta. Se necesita un examen de laboratorio o una prueba estreptocócica rápida en el consultorio, que incluya un hisopado rápido de la garganta, para confirmar el diagnóstico de faringitis. Si el resultado de la prueba de faringitis es positivo, el pediatra recetará un antibiótico. Es muy importante que su hijo tome el antibiótico durante todo el tratamiento, según las indicaciones, incluso si los síntomas mejoran o desaparecen. Los medicamentos esteroides (como la prednisona) no son un tratamiento apropiado en la mayoría de los casos de dolor de garganta.

  • Los bebés y los niños pequeños rara vez tienen faringitis, pero son más propensos a las infecciones provocadas por la bacteria estreptococo si van a una guardería o si un hermano mayor tiene la enfermedad. Si bien la faringitis se contagia principalmente por la tos y los estornudos, su hijo también puede contagiarse al tocar un juguete con el que jugó un niño infectado.

  • Consulte: La diferencia entre un dolor de garganta, faringitis y amigdalitis. 

2.  Dolor de oído

  • El dolor de oído es común en los niños y puede tener muchas causas; entre otras, infección del oído (otitis media), oído de nadador (infección de la piel en el canal auditivo), presión debido a un resfriado o una infección sinusal, dolor en los dientes que se irradia por la mandíbula hasta el oído, etc. Para diferenciarlas, el pediatra tendrá que examinar el oído de su hijo. De hecho, un examen en el consultorio sigue siendo la mejor manera de que su pediatra haga un diagnóstico preciso. Si el dolor de oído de su hijo está acompañado de fiebre alta, afecta ambos oídos, o si su hijo tiene otros síntomas de enfermedad, el pediatra puede decidir que un antibiótico es el mejor tratamiento.

  • La amoxicilina es el antibiótico preferido para las infecciones del oído medio, excepto en casos de alergia a la penicilina o en infecciones crónicas o recurrentes.

  • Muchas infecciones verdaderas del oído son causadas por virus y no necesitan antibióticos. Si su pediatra sospecha que la infección del oído de su hijo puede ser causada por un virus, hablará con usted sobre las mejores formas de aliviar el dolor de oído del niño hasta que el virus desaparezca.

  • Consulte: Información sobre la infección del oído, Infecciones del oído medio y Su hijo y las infecciones del oído.

3.  Infección de las vías urinarias

  • Las infecciones de la vejiga, también llamadas infecciones de las vías urinarias, IVU se producen cuando se acumulan bacterias en las vías urinarias. Las IVU se pueden presentar en niños desde la infancia hasta la adolescencia y en la edad adulta. Los síntomas de una infección de las vías urinarias son, entre otros, dolor o ardor al orinar, la necesidad de orinar con frecuencia o urgencia, enuresis (mojar la cama) o accidentes en niños que ya dejaron los pañales, dolor abdominal o dolor en el costado o la espalda.

  • El médico de su hijo necesitará una muestra de orina para hacer una prueba de detección de infección de las vías urinarias antes de determinar un tratamiento. Su médico puede adaptar el tratamiento de acuerdo con la bacteria que se encuentre en la orina de su hijo.

4.  Infección de la piel

  • En la mayoría de los niños con infecciones de la piel, es posible que se necesite una prueba cutánea (cultivo o hisopado) para determinar el tratamiento más apropiado. Comuníquele a su médico si su hijo tiene antecedentes de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), una infección por estafilococos u otras bacterias resistentes, o si estuvo expuesto a otros familiares o personas con bacterias resistentes.

  • Consulte: Furúnculos, abscesos y celulitis y Consejos para tratar los virus, los hongos y los parásitos.

5.  Bronquitis

  • La bronquitis crónica es una infección de las vías respiratorias centrales más grandes en los pulmones y se observa con más frecuencia en los adultos. La palabra «bronquitis» se suele utilizar para describir un virus del pecho que no necesita antibióticos.

  • Consulte: Bronquitis (CDC.gov en español).

6.  Bronquiolitis

  • La bronquiolitis es común en bebés y niños pequeños durante la temporada de resfriados y gripe (influenza). El médico puede oír «sibilancias» cuando su hijo respira.

  • La bronquiolitis suele ser provocada por un virus que no necesita antibióticos. En su lugar, la mayoría de las recomendaciones para su tratamiento se centran en que su hijo se sienta cómodo con un control estricto para detectar cualquier dificultad para respirar y comer o signos de deshidratación. Los medicamentos utilizados para pacientes con asma (como el albuterol o los esteroides) no son recomendables para la mayoría de los bebés y los niños pequeños con bronquiolitis. Los niños prematuros o con problemas de salud subyacentes podrían necesitar tratamientos diferentes.

  • Consulte: La bronquiolitis y ¿Cómo tratar la bronquiolitis de su bebé?

7.  Dolor

  • Los mejores medicamentos para aliviar el dolor de los niños son acetaminofén o ibuprofeno. Hable con su pediatra para determinar la dosis que debe darle a su hijo, ya que esta se debe basar en el peso del niño.

  • Los analgésicos narcóticos no son apropiados para niños con lesiones comunes o dolencias como un esguince de tobillo, dolor de oído o dolor de garganta. Nunca se le debe dar codeína a los niños ya que este fármaco se ha asociado con problemas respiratorios graves e incluso la muerte en niños.

  • Consulte: Los medicamentos para la fiebre y el dolor: qué cantidad debe darle a su niño.

8.  Resfriado común

  • Los resfriados son causados por virus en las vías respiratorias superiores. Muchos niños pequeños, especialmente aquellos que van a la guardería, pueden tener de 6 a 8 resfriados al año. Los síntomas de un resfriado (como goteo nasal, congestión y tos) pueden durar hasta diez días.  
  • La mucosidad verde en la nariz no significa automáticamente que se necesiten antibióticos; los antibióticos no son necesarios para tratar el resfriado común. Sin embargo, si se sospecha la existencia de una infección sinusal, su médico decidirá con cuidado si los antibióticos son una buena opción de acuerdo con los síntomas de su hijo y el resultado de un examen físico.
  • ConsulteNiños y resfriados y Cómo tratar el resfriado o la gripe (influenza) de su hijo.

9.  Sinusitis bacteriana

  • La sinusitis bacteriana es causada por bacterias atrapadas en los senos nasales. Se sospecha la existencia de una sinusitis cuando los síntomas de resfriado, como secreción nasal, tos diurna o ambos, duran más de diez días sin mejoría.

  • Quizá sean necesarios los antibióticos si esta afección también presenta secreción nasal espesa y amarilla y fiebre durante al menos 3 o 4 días seguidos. 

  • Consulte: La diferencia entre un resfriado y una sinusitis bacteriana.

10.  Tos

  • La tos generalmente es causada por virus y los antibióticos no suelen ser necesarios.

  • Los medicamentos para la tos no son recomendables para niños de 4 años de edad y menores ni para niños de 4 a 6 años de edad, a menos que lo indique su médico. Los estudios han demostrado sistemáticamente que los medicamentos para la tos no funcionan en el grupo de edad de 4 años y menores, y pueden provocar efectos secundarios graves. No se deben administrar a los niños medicamentos para la tos con narcóticos como la codeína.

  • Consulte: La tos y el resfriado: ¿medicamentos o remedios caseros?

Si los síntomas cambian:

Ocasionalmente, las infecciones leves, tanto virales como bacterianas, pueden convertirse en infecciones más graves.

Llame al pediatra si la enfermedad de su hijo parece cambiar, empeora, no desaparece después de unos días o si está preocupado debido a otro síntoma nuevo que aparezca. Si la enfermedad de su hijo empeora o tiene complicaciones, su pediatra puede recomendar un tratamiento nuevo.

¿Tiene más preguntas?

Si tiene alguna pregunta o inquietud sobre la atención apropiada para su hijo, hable con su pediatra al respecto. Aunque puede ser tentador concurrir a una clínica cercana de horarios extendidos para que atiendan a su hijo enfermo, su pediatra es quien conoce mejor a su hijo, tiene su historia clínica y es el más indicado para brindarle un consejo. Pregúntele a su pediatra cómo puede comunicarse con él o ella cuando el consultorio esté cerrado.  

De hecho, la AAP no recomienda las clínicas en establecimientos minoristas (droguerías), los servicios de tele salud fuera del hogar médico ni servicios de atención de enfermedades agudas que no tengan experiencia pediátrica con niños menores de 2 años. Consulte: Atención urgente: ¿vale la pena no esperar? para obtener más información.